Estilo de alimentación

23.05.2023
"Conocerse a uno mismo es la clave para la transformación y el cambio"
Wayne dyer


    Pensando en cualquier cambio, lo mejor es comenzar con la pregunta: "¿Cómo son las cosas ahora?"

      Si deseas cambiar algo en tu vida, es importante mirar de manera sincera y sin prejuicios cómo funciona eso "algo", por qué, qué patrones se repiten y qué beneficios y pérdidas obtenemos como resultado. Solo así podemos identificar los problemas y elegir la mejor estrategia de acción.

     Por lo tanto, al pensar en cambiar la dieta o los hábitos alimenticios, es importante darse cuenta de qué patrones están presentes en nuestra vida, qué comportamientos, pensamientos, emociones y experiencias acompañan la comida, en otras palabras: ¿cuál es nuestro estilo de alimentación?



     El estilo de alimentación es precisamente los patrones arraigados que se desarrollan a lo largo de la vida, muchos de los cuales tienen su origen en las predisposiciones biológicas que determinan nuestra relación con la comida. La alimentación no solo satisface una necesidad fisiológica, como el hambre. Comer es una fuente de placer (o incomodidad), reduce la tensión (o la aumenta). El estilo de alimentación define qué emociones y experiencias nos brinda el consumo de alimentos, en qué situaciones recurrimos a la comida, qué, cuánto y con qué frecuencia comemos. El estilo de alimentación es la suma de nuestros hábitos y creencias relacionadas con la nutrición y está relacionado con un peso corporal adecuado o problemas para mantenerlo.

¿Estricto o flexible?

    Imagina una escala cuyo extremo representa un estilo de alimentación "estricto", rígido, y el otro un estilo "flexible".

Las personas en el primer extremo tendrán reglas estrictamente definidas sobre qué, cuándo y cuánto comer, por ejemplo: "Siempre como tres comidas al día, avena para el desayuno, papas, carne y ensalada para el almuerzo, sándwiches para la cena", "no como fuera de casa". Comen productos específicos en momentos y situaciones determinadas.

En el otro extremo se encuentran aquellos que "realmente pueden comer todo, en cualquier momento y lugar". No tienen definiciones estrictas de las comidas ("el almuerzo es una comida caliente durante el día") y muestran una gran flexibilidad en cuanto a las horas y los lugares para comer.

La mayoría de las personas se sitúa en algún lugar entre estos extremos, que en alta intensidad pueden estar relacionados con problemas en el área de la alimentación. Las personas que son demasiado rígidas pueden alimentarse de manera monótona y evitar comer en situaciones que se desvíen de sus esquemas, mientras que una flexibilidad excesiva puede favorecer la falta de control y el aumento de peso.


¿Comedor o gourmet?

     Otro criterio en el que las personas difieren en sus estilos de alimentación es la motivación para comer.

El primer grupo puede clasificarse como "comedores": personas que principalmente desean satisfacer su hambre. Estas personas se guiarán por las señales de hambre y saciedad que provienen de su cuerpo y se concentrarán menos en la estética o el sabor de la comida. Preferirán platos simples de preparar y de una variedad bastante amplia.

El segundo grupo son los "gourmets", es decir, personas que se guían más por los valores estéticos y de sabor de los alimentos. Pueden celebrar más las comidas, ser más "exigentes", pero también menos receptivos a las señales de saciedad.

Cada uno de estos tipos tiene sus ventajas y debe ser tomado en cuenta al planificar la dieta.

¿Rítmico o irregular?

   Este criterio está estrechamente relacionado con los hábitos y el estilo de vida. Las personas con un estilo rítmico comen a horas más o menos fijas, un número constante de comidas y porciones relativamente constantes. En el otro extremo están las personas que comen a diferentes horas, a veces menos, a veces más.

Hay una creencia de que comer regularmente favorece un mejor control del peso, y no es infundada. Aunque el ritmo metabólico o la absorción de nutrientes no depende ni de la cantidad de comidas (no siempre más es mejor) ni de la hora en que se consumen, en términos generales, la regularidad en este aspecto favorece un mejor control del apetito, del nivel de colesterol y de glucosa en sangre, y ayuda a mantener o alcanzar un peso corporal adecuado.

Estilos de alimentación óptimos y problemáticos

    Como mencioné al principio del artículo, comer puede cumplir múltiples funciones. La situación más óptima que podemos imaginar es comer solo cuando sentimos hambre, lo suficiente para satisfacerla, guiándonos por la intuición y las señales del cuerpo al elegir los alimentos.

De hecho, como muestran las investigaciones, las personas que comen de manera intuitiva, que no siguen ninguna dieta u restricciones alimentarias, que comen lo que les gusta y lo que les hace sentir bien, y que son sensibles a las señales del cuerpo, tienen un menor riesgo de sobrepeso y trastornos alimentarios. En este caso, la sensibilidad y la capacidad de interpretar las señales del cuerpo parecen ser los factores más importantes.

Los problemas surgen cuando estas señales físicas de hambre y saciedad dejan de ser el principal ímpetu para recurrir a la comida. Esto sucede, por ejemplo, en el caso de la alimentación emocional o no controlada.

Comer bajo la influencia de las emociones — tensión desagradable, estrés, tristeza, miedo, ira, frustración — puede llevar a la consolidación de un hábito que, como ha demostrado, está fuertemente relacionado con el sobrepeso y la obesidad. Los "comensales emocionales" recurren más a menudo a dulces, comida rápida y "comfort food" para reducir la tensión o distraerse de su estado. La consolidación de este patrón puede llevar a dificultades en la identificación de las señales de hambre y saciedad y, por lo tanto, a un control inadecuado de los alimentos consumidos.

La alimentación no controlada puede ser también, paradójicamente, resultado de restricciones alimentarias. Las dietas prolongadas, con un gran déficit calórico y que excluyen ciertos grupos de productos pueden llevar a un deterioro del funcionamiento mental (trastornos de concentración, atención, capacidad para tomar decisiones y un estado de ánimo afectado) y hacer que las personas que siguen dichas dietas sean más propensas a episodios de atracones. La consecuencia de fuertes restricciones alimentarias es la desregulación del sistema interno de control del hambre y la saciedad.

Otro patrón riesgoso es el estilo de alimentación externo, es decir, comer en respuesta a señales del entorno (presencia de comida o personas comiendo, olor, estímulos sonoros), que en el contexto de la saturación contemporánea de tales estímulos puede llevar a un consumo excesivo de alimentos.

Los patrones rígidos y persistentes de estilos de alimentación problemáticos pueden tener su origen en el desarrollo y la personalidad, y a menudo requieren ayuda psicológica.

Mindful eating

     Mindful eating, o comer con atención plena, es una propuesta inspirada en el enfoque de atención plena (mindfulness) y técnicas de meditación para reducir el estrés. Es una práctica que requiere compromiso y entrenamiento, que consiste en adoptar una postura de concentración en el momento presente y de una actitud de observador no evaluador de nuestras propias experiencias.

El entrenamiento en mindful eating incluye la concentración en las sensaciones del cuerpo (reconocimiento de las señales de hambre y diferenciación de las emociones; reconocimiento de las señales de saciedad), enfocarse en el acto de comer y en las sensaciones sensoriales, prestar atención a cómo un determinado alimento impacta en el cuerpo y en el bienestar. Como resultado, se incrementa la sensibilidad a los estímulos internos y se aumenta el control sobre la cantidad y calidad de los alimentos consumidos. Es importante que esta práctica se complemente con un entrenamiento de otros métodos para lidiar con la tensión. Cuando la comida deja de cumplir la función de regulación emocional, no se necesita una dieta específica ni contar calorías.



Utilizamos cookies para permitir un correcto funcionamiento y seguro en nuestra página web, y para ofrecer la mejor experiencia posible al usuario.

Configuración avanzada

W tym miejscu możesz dostosować ustawienia ciasteczek do swoich potrzeb. Możesz aktywować lub dezaktywować poszczególne kategorie, a następnie zapisać zapisać swój wybór.