Stresslaxing - cuando descansar cansa

10.02.2023

      ¿Conoces esa sensación cuando llega el tan esperado fin de semana, finalmente tienes tiempo para ti y... de repente te sientes mal? ¿O cuando planeas desconectarte de todo y tus pensamientos no dejan de girar en torno a asuntos y tareas que no has terminado? Intentas sumergirte en un libro o ver esa serie de la que todos hablan, pero no puedes concentrarte en la trama. Hablas con una amiga, pero tus pensamientos están en otra parte. ¿Los intentos de meditación solo te irritan? ¿Sientes culpa y la sensación de perder el tiempo cuando no te ocupas de algo productivo?


     El término stresslaxing (de la combinación de las palabras estrés y relajación) describe un fenómeno cada vez más observado en nuestras vidas. Se estima que afecta a alrededor del 30-50% de las personas, especialmente a aquellas en las que se difuminan las fronteras entre la vida profesional y personal.

     Por definición, es un estado en el cual sentimos estrés al intentar relajarnos. Entre los síntomas podemos identificar problemas de concentración, una avalancha de pensamientos, fatiga, ansiedad, y síntomas somáticos como un aumento de la tensión muscular, pulso acelerado y sudoración en situaciones que "deberían" ser placenteras y tener un impacto positivo en nosotros.

     Las causas de este fenómeno se encuentran en el estilo y ritmo de vida que nos impone la cultura moderna, que enfatiza la productividad, el desarrollo continuo y la mejora de habilidades en todos los ámbitos de la vida, también (¡en serio!) en lo que respecta a la salud y el bienestar.

     Hoy no basta con trabajar: el trabajo de "de a" es parte de una pequeña fracción de la sociedad. Aquellos que tienen su propio negocio o un "horario flexible" lo saben bien. El trabajo remoto, desde casa, también suele provocar el desdibujamiento de las fronteras entre lo personal y lo profesional. Es aún más difícil establecer tal frontera para las personas que ganan dinero en línea y a través de las redes sociales. ¿Cómo desconectarse de la labor cuando se basa en buscar constantemente inspiración, crear y compartir contenido, mostrar nuestra vida e interactuar con el público?

     La presión por ser cada vez mejor y más productivo también se extiende a la vida personal y al cuidado del hogar y la salud. Ya no basta con cocinar y limpiar: ¡todos pueden ser un Masterchef, un conocedor del vino, un especialista en varias dietas o la ama de casa ideal! ¿Salir a caminar cuando puedes intentar correr un maratón? ¿Bailar en casa para divertirte cuando todas tus amigas van a zumba o a clases de flamenco? Hoy no se mueve, hoy se entrena. ¡Da lo mejor de ti! Basta añadir el ser el padre o la madre ideal, el compañero o compañera perfecto/a, desarrollarnos cultural y socialmente y, en nuestro tiempo libre, involucrarnos en actividades sociales. Por supuesto, el ideal es encontrar tiempo para relajarse - ¡cuida de ti! - lo mejor es meditar una hora al día. Para calmarnos.

      El problema es que no somos máquinas (aunque intenta imaginarte un coche que frene de 100 a 0 en un segundo). Nuestro sistema nervioso no se calma por orden: porque ahora tenemos una hora libre apartada del torbellino de obligaciones. En situaciones de estrés, la activación del sistema nervioso simpático provoca una serie de cambios fisiológicos (locales y generales) que preparan al cuerpo para hacer frente a la amenaza. Cuando el estrés se prolonga, estos cambios se establecen en patrones de respuesta. Cuando tratamos el descanso como una tarea más en la lista de "por hacer" (debo relajarme ahora porque luego tengo muchas cosas que hacer), nuestro organismo interpreta esto como una señal para la movilización completa. Y caemos en un círculo vicioso.

     Sin una disminución del sistema simpático y el regreso a la homeostasis, no puede haber relajación completa. Y sin pausas para descansar, nuestro sistema nervioso seguirá sobrecargado.

     ¿Cómo romper este círculo vicioso?
El modo menos efectivo (aunque el más utilizado) es negar que vivimos en un constante estado de estrés. Ignorar las señales que nos envía el cuerpo y perder contacto con uno mismo es tanto un efecto como una causa del fenómeno del stresslaxing.

     ¿Y si nos preguntamos a nosotros mismos si lo que exigimos de nosotros es realmente lo que necesitamos? ¿Qué realmente nos ayuda a desconectarnos? ¿Qué puedo cambiar en mi trabajo, cómo puedo modificar mi enfoque hacia las responsabilidades, cómo establecer prioridades? ¿Cómo cuido mi comodidad y salud mental? ¿Soy capaz de no hacer nada?

     Viviendo en un constante apuro, en un mundo donde incluso el descanso se mide por su eficacia, es difícil disminuir la velocidad, detenerse un momento y... pensar, sentir, contemplar. Puede que nos demos cuenta de que eso es precisamente lo que necesitamos: un momento a solas para conocernos un poco mejor.